Consejos para comprar jamón ibérico

Cotizado en cualquier cóctel, el jamón ibérico se distingue de otros por sus aromas y sabores que son a la vez intensos y delicados. Sin embargo, comprar jamón ibérico de buena calidad requiere conocer algunos secretos a la hora de elegir ya que no necesariamente los jamones de una firma con mucho nombre en el mercado son sinónimo de ser mejores que uno de marca menos conocida.

Aquí te detallamos 7 consejos para comprar jamón ibérico:

1. Que sea de verdad jamón ibérico.
En algunas ocasiones has podido creer comprar jamón ibérico y realmente has comprado un simple jamón serrano. Entre estos dos tipos de jamones hay mucha diferencia, sobre todo en sabor, textura, olor y color.
La carne del cerdo que no es ibérico es magra y por lo tanto tiene mucha menos grasa que la del cerdo ibérico, autóctono de la Península y que crece en libertad alimentándose de bellotas en el caso del jamón ibérico de bellota o también se pueden alimentar de piensos y pastos neturales, que es el llamado jamín ibérico de cebo.

2. Ver su grasa y textura que son inconfundibles.
Gracias a su singular genética, el cerdo ibérico es una raza que puede almacenar grasa que se infiltra en sus masas musculares y le da ese característico veteado en la carne, además de una textura, untuosidad y aroma incomparables.

3. Si compras un jamón ibérico, mejor el de bellota.
Entre las distintas variedades de jamones ibéricos, el de bellota es considerado como un producto de excelencia dentro de la gastronomía, se trata de cerdos criados en libertad que se alimentan de bellotas, pasto y hierbas aromáticas, con pezuñas redondas, característica que indica si el animal se ha criado en el campo.

4. El corte en uve de la piel externa del pernil.
Este es otro punto a tener en cuenta, ya que el hueso de la cadera es cortado casi al ras de la pieza en tanto que debe tener en la corteza una grasa amarillenta, producto de la oxidación natural y que ayuda a determinar el período de maduración del producto.

5. Su peso.
El peso normal de un jamón ibérico puede oscilar entre los cinco y ocho kilos, pero también los hay de un peso superior aunque este detalle no hace a la calidad del producto, pues los procesos son iguales para los jamones de todos los tamaños.

6. ¿Denominación de origen sí o no?
A la hora de comprar jamón ibérico los expertos gastronómicos recomiendan de preferencia optar por las piezas con etiqueta de la denominación de origen, teniendo en cuenta de que a pesar que en España muchas comunidades producen jamones, la región de la Dehesa de Extremadura es la primera productora nacional de cerdos ibéricos. Aún así, hay jamones sin DO que gozan de una
excelente calidad y pasan por los máximos controles de sanidad y calidad.

7. Comprarlo siempre al productor.
El buen jamón ibérico el que de verdad sabe si ha salido bueno o no es el propio productor, y hoy en día gracias a internet es posible comprar jamones ibéricos que vengan directamente del productor.
En Iberuss lo aconsejamos al 100%, ya que somos una plataforma de acceso para que tú como consumidor puedas comprar este producto directamente de los mejores productores de ibéricos de nuestro país.

Para conservar en buenas condiciones un jamón ibérico se aconseja dejarlo siempre en un lugar fresco, cubierto con papel de aluminio y no colocarlo en el frigorífico, en tanto que a la hora de cortarlo lo fundamental es comenzar siempre por la parte de la pieza que tenga menos carne.

Por último, cabe recordar que las diferencias entre los distintos jamones ibéricos se nota tanto en la calidad como en el precio, después de todo la cría de los cerdos para este tipo de producto es un proceso largo y con costes elevados, pero que a su vez convierte al jamón ibérico en un producto gastronómico de los más exclusivos que merece la pena de ser degustado.

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