El jamón ibérico, además de ser sabroso y con un aroma sumamente agradable, posee numerosos beneficios para la salud; y por ello es uno de los alimentos que conforman la famosa dieta mediterránea.
Las grasas insaturadas del jamón ibérico no elevan los índices de colesterol y es recomendado para incluir en las dietas para adelgazar ya que cada 100 gramos solo aporta 185 calorías, además de poseer vitamina B1 y B6, ser rico en proteínas, minerales y ácido oléico en su grasa, una sustancia que ayuda a combatir los problemas cardiovasculares.
La mayoría de las personas asocian el ibérico y el de pata negra con un tipo de jamón de alta calidad, pero sin embargo no son lo mismo. Como principio cabe destacar que la raza de cerdo con el que se obtienen los jamones de mayor calidad es la ibérica pura.
De pelaje oscuro y pezuña negra comúnmente estos jamones ibéricos se conocen como “Jamones de Pata Negra”, sin embargo es necesario advertir que no todos los jamones pata negra son de raza ibérica, pueden ser de razas como Duroc y Ducro-Jersey y por lo tanto existen razas de cerdo ibérico que no tiene ni la piel ni la pezuña negra a pesar de alcanzar buenos estándares de calidad.
Un jamón pata negra es por lo tanto una denominación popular que se ha utilizado tradicionalmente en España para hacer referencia al jamón de buena calidad. Tal fue la problemática que trajo esta denominación genérica que fue necesario legislar al respecto y en 2014 se aprobó la denominada Ley del Ibérico.
En la actualidad y de acuerdo a la ley vigente el término pata negra solo puede utilizarse cuando se hacer referencia a la gama más alta del jamón ibérico y esto se traduce en cerdos 100% de raza ibérica, alimentados en libertad en base a hierbas, pastos tiernas y en época de montanera exclusivamente de bellotas.
La consistencia de la grasa y su tonalidad es otra característica importante, ya que debe ser amarillenta, y tener en cuenta que cuanto más oscuro el color mayor es la cantidad de bellotas que ha comido el animal.
Según los expertos gastronómicos un jamón ibérico pata negra o de bellota, de unos ocho kilos, con una cubierta de grasa amarillo oscuro y que ha sido curado por un tiempo mayor de quince meses es un verdadero manjar para degustar.
Por último, para quien no es un experto en el tema lo más recomendable es comprar online o de forma presencial el producto en un establecimiento reconocido y prestar atención a las etiquetas que indican la Denominación de Origen, el tipo de jamón ibérico de que se trata y el tiempo de curado.
Escribe un comentario